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martes, 26 de julio de 2011

Cantos de sirena



ESTA NOCHE lunes 25 julio 2011
MEDIA COLUMNA
Cantos de sirena

Jorge Morelli

No hay cogobierno, le ha advertido con toda claridad Ollanta Humala a Alejandro Toledo. En efecto, lo que hay es concertación, pero no con Perú Posible –ni, al parecer, con ningún otro grupo político como tal-, sino con personas individuales a los cuales el oficialismo hipnotiza para atraerlos al margen de sus grupos políticos.

Así, por ejemplo, Kurt Burneo (Producción) claramente no está en el Gabinete por ser parte de ninguna cuota de Perú Posible. No solo dejó a Perú Posible mucho antes para pasarse a Gana Perú, sino que, ha aclarado Humala, no existe tal cosa como una cuota de Perú Posible. Igualmente, todo indica que la presencia de Rudecindo Vega (Trabajo) y René Cornejo (Vivienda) en el Gabinete tiene el propósito de atraer a las filas del oficialismo a quien, para todos los efectos es el nuevo fiel de la balanza para que el oficialismo pueda aspirar a la mitad más uno de los votos -la mayoría absoluta- en el Congreso: el congresista Carlos Bruce, quien ya no puede estar más lejos de Perú Posible sin abandonar sus filas. Por si fuera poco, da la impresión de que hasta la presencia de Daniel Mora (Defensa) en el Gabinete se debe menos a su militancia en Perú Posible que al hecho de ser militar.

Atrayendo marineros uno por uno con su canto de sirena, el presidente Humala no solo no concede cogobierno alguno, sino que, en buena cuenta, no le debe nada a ningún grupo. Ni siquiera al de Alejandro Toledo.

Menos aún a la izquierda radical, a la que de plano ha desembarcado del gobierno. Las últimas esperanzas radicales son las carteras de Educación y Cultura, que se desvanecen con el paso de las horas como se esfumó sin pena ni gloria la presidencia de Dancourt en el BCR.  

Huelga decir que el presidente Ollanta Humala procede hábilmente al actuar de esta manera. Maquiavelo mismo no le habría aconsejado otra cosa. Esperemos, no obstante, que sepa para qué hace todo esto.      

Por su lado, los grupos que creen haber logrado una cuota de poder lamentarán más tarde haberse involucrado con el oficialismo y se apartarán de él. No se puede hacer oposición y estar sentado al mismo tiempo en la Mesa Directiva.

El fujimorismo, mientras tanto, contempla este espectáculo desde la orilla de la oposición sin ninguna impaciencia.