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lunes, 8 de noviembre de 2010

Discurso de Keiko Fujimori ante la I Conferencia Internacional Anticorrupción





Transcripción del discurso de Keiko Fujimori ante la I Conferencia Internacional Anticorrupción

“Buenos días:
“Quiero saludar esta excelente iniciativa por la oportunidad que nos da la Contraloría General de la República, que me permite dar a conocer mi posición y la de Fuerza 2011 sobre el muy sensible tema de la corrupción.

“Es realmente productivo acudir a una cita con un objetivo común que une hoy a especialistas de todos los sectores, a quienes presento mi reconocimiento y saludo. Mi saludo especial también a todos los invitados internacionales, que han venido a compartir con nosotros sus importantes experiencias en la lucha contra la corrupción.

“Desde el primer momento en que recibí esta invitación para participar, por primera vez con todos los posibles candidatos a la Presidencia, entendí que representaba una gran oportunidad. Una oportunidad que tomo con particular interés no sólo por la posibilidad de presentar algunas de nuestras propuestas, sino para reiterar mi profundo compromiso en la lucha contra la corrupción. 

“Antes de presentar nuestras ideas acerca de cómo combatir el flagelo de la corrupción en períodos de crecimiento a través de la acción del Estado, creo oportuno hacer un breve recuento de lo acontecido en nuestro país en los últimos años. 

“Como consecuencia de las políticas económico-financieras de los años 70, durante la década de los 80 sufrimos los efectos de una hiperinflación y de una presencia sobredimensionada del Estado sin que se tomara la previsión de reforzar las instituciones que debían controlar su accionar. Es por eso que a inicios de los 90 se encontró un Estado caótico, elefantiásico e ineficiente, incapaz de recaudar más del 4% del PBI y de prestar de manera razonable los servicios que él mismo se había asignado. Es decir, teníamos un Estado inviable, sumido en la peor crisis de nuestra historia moderna.

“Ante este escenario se tomaron medidas de emergencia, que nos permitieron revertir esa situación logrando al cabo de unos años un Estado moderno y ordenado, con instituciones eficientes y con bases legales de estabilidad, seguridad y organización que son y siguen siendo los pilares del desarrollo que hemos experimentado desde entonces.

“Sin embargo, es cierto también que la corrupción se infiltró y nos atacó como al peor de los enemigos. La corrupción detuvo un proyecto nacional que estaba ya en marcha y que había logrado superar los problemas más álgidos de un país recibido en medio del caos.

“Para que esto nunca más vuelva a suceder, no podemos seguir pensando que existen una pequeña y una gran corrupción. Su esencia es una sóla y es allí, en el origen mismo, hacia donde debemos apuntar, porque la única diferencia entre una y otra es solo una cuestión de tiempo.

“El énfasis de la lucha contra la corrupción debe estar tanto en la penalización del delito como en su prevención. Sin embargo, si queremos atacar de raíz un tema tan complejo, tenemos que partir por hacer un diagnóstico objetivo. Es que el problema no es sólo detectar personas culpables, sino también las fallas en los sistemas.

“Hay que actuar de una manera mucho más proactiva y comprometida en la lucha contra la corrupción. Hay que crear mecanismos que nos permitan fiscalizar constantemente sin que esto signifique que el Estado se paralice.

“En tal sentido, es necesario incidir en una educación que elimine la micro corrupción, esa corrupción cotidiana que está tan arraigada en nuestra cultura y que incluso es vista y hasta aceptada como si no fuera parte esencial del problema. Pero lo es. Hay que educar en valores, premiar a quienes actúan honestamente y sancionar a los que cometen actos de corrupción aunque estos actos sean pequeños como, por ejemplo, el compadrazgo, la argolla, la coima o el generalizado “diez por ciento”, como ha manifestado el señor Contralor. Debemos entender que la corrupción tiene dos componentes: tan corrupto es el que se deja corromper como el que corrompe, y ambos deben ser sancionados con total rigurosidad.

“La corrupción está tan enquistada en nuestras mentes que ha hecho de nosotros una sociedad incrédula, al extremo de que si alguien hace algo bueno es motivo de sospecha. Se confía poco en las personas y menos en las instituciones. Es fácil destruir y difícil construir en el Perú. En la quinta encuesta anticorrupción de Proética, realizada en el año 2008, se repite una respuesta que demuestra de manera evidente esta falta de credibilidad de la gente: cuando se le pregunta a la población si denunciaría un acto de corrupción, el 92% dice que no, porque no tiene sentido hacerlo ya que nada va a ganar y, por el contrario, tiene mucho que perder. Recientemente, en junio de este año, de acuerdo a la sexta encuesta realizada por Ipsos Apoyo para Proética, la corrupción ha pasado al primer lugar en la percepción de la ciudadana sobre los principales problemas del país, por encima de la delincuencia e inclusive del desempleo.

“La historia y las investigaciones nos enseñan que para combatir la corrupción no basta la actitud personal de rechazo a esas prácticas. Soy una convencida de que la corrupción se combate respetando plenamente el fortalecimiento de las instituciones encargadas por la Constitución y las leyes para ello. Es por este motivo que quiero anunciarles que el Grupo Parlamentario Fujimorista apoyará las leyes que hoy viene promoviendo el Contralor General de la Republica.

“En primer lugar, respaldaremos la ley que amplía la facultad sancionadora de la Contraloría, para evitar que sus informes sigan siendo ignorados y que, en un falso espíritu de cuerpo, las instituciones públicas blinden a algunos funcionarios deshonestos.

“Respaldaremos asimismo, de manera decidida, la iniciativa que busca fiscalizar los proyectos de inversión desarrollados a través de organismos internacionales, muchas veces utilizados por los gobiernos locales y regionales con la finalidad de evadir las acciones de control.

En este sentido, me parece fundamental la modernización de la gestión pública planteada por el Contralor al inaugurar este evento, como un elemento indispensable para luchar contra la corrupción. Y es aquí, señor Contralor, que me comprometo con usted a darle todo el respaldo político y, de llegar a ser gobierno, los recursos necesarios para hacer realidad el modelo de gestión por resultados, acompañado de un programa de incentivos directamente relacionado con el cumplimiento de las metas que emanen de las políticas públicas. 

“Apoyaremos la implementación de un nuevo sistema de compras electrónicas como factor vital para la lucha contra la corrupción. Este sistema es indispensable, porque el Estado destina cada año aproximadamente el 60% del Presupuesto Público a la adquisición de bienes, servicios y ejecución de obras, siendo este el proceso más importante en la gestión de los recursos de todos los peruanos. Existen experiencias exitosas en todo el mundo, como KONEPS en Corea, COMPRA RED en Costa Rica, PANAMA COMPRA en Panamá o COMPRA NET en México, que han demostrado que estos sistemas electrónicos permiten llevar las compras del estado con total eficiencia y transparencia.

“Debemos dar un gran salto en el modelo de gestión de los recursos humanos para otorgar mayor valor al empleo público. Hay que convertir al Estado en un centro atractivo para incorporar, retener y desarrollar el talento humano. Estoy convencida de que una buena remuneración de los puestos gerenciales claves en el Estado fortalece la gestión y le cierra el paso a la corrupción. Esto ya lo he afirmado en diversas oportunidades, aclarando que estoy hablando de los técnicos y no de los puestos políticos.

“Apostamos también por la simplificación de procesos que defina y transparente las responsabilidades, incorporando tecnología para que todas las transacciones sean trazables y fácilmente verificables. Un adecuado intercambio de información de manera oportuna entre diversos sectores del Estado reduce considerablemente los espacios para la corrupción.

“Pero el ámbito de acción del Estado en la lucha contra la corrupción debe ir más allá del necesario fortalecimiento de la Contraloría General de la Republica. La participación de los ciudadanos se convierte en un eje fundamental de esta lucha. Debemos promover la participación de la sociedad civil y el fortalecimiento de las organizaciones que la representen. Proponemos la participación activa de las Asociaciones de Padres de Familia (APAFAS) en los centros educativos, la de los Comités Locales de Administración de Salud (CLAS) en los centros de atención médica, y la creación de núcleos fiscalizadores que permitan una supervisión directa de las obras ejecutadas por los municipios, inclusive a nivel de centros poblados.

“Finalmente, un tema que me parece fundamental en la lucha contra la corrupción es la garantía al respeto total de la libertad de prensa. Por eso, ahora que se vienen presentando diversos proyectos para castigar y penalizar la acción de los medios de prensa, quiero anunciar que la bancada fujimorista se opondrá a tales iniciativas, toda vez que consideramos que la autorregulación de los medios de comunicación es el camino correcto.

Pero, más allá de los recursos o la tecnología, hay algo básico e indispensable con lo que ya hemos vencido a otros grandes flagelos de nuestro país: la decisión política. Es esa decisión la que hoy he venido a reafirmar ante todos ustedes.

“En lo que a la lucha contra la corrupción se refiere, el fujimorismo tiene una deuda pendiente con todos los peruanos y es por eso que hoy, como representante de un nuevo fujimorismo, con la frente en alto, puedo decir que lucharemos con todos los instrumentos que la ley nos asiste para combatir la corrupción. 

“Si estando en Palacio de Gobierno, como Primera Dama me enfrenté de manera pública y directa a Vladimiro Montesinos, como no podría hacerlo hoy contra cualquier otra forma de corrupción. En ese tema no habrá ni amistades, ni parentescos que valgan. Tengan ustedes la plena seguridad de que, en un eventual gobierno de Fuerza 2011, no tendré ningún miramiento, ni existirá tregua alguna para los corruptos. Yo no voy a permitir que ningún miserable venga a empañar mi gestión de gobierno.

“En síntesis, en la eventualidad de llegar a la Presidencia de la República, anuncio mi compromiso personal contra la corrupción con eficiente supervisión, con empleo de mecanismos de control y permanente vigilancia, evitando vacíos que permitan la infiltración de ese flagelo.

“Esta lucha no puede ser solitaria, ni unilateral, debe ser coordinada e integral, que involucre a toda la sociedad, una guerra total contra la corrupción que libraremos desde todos los frentes y con todas las armas. Es necesario un profundo cambio en la conciencia de los individuos que nos lleve a inculcar, así, una conducta honesta y solidaria, un cambio que tiene que construirse  progresivamente. No importa si es anónima o pública, no importa cuánto mida o cuanto pese, la decisión debe ser enfrentarla desde sus raíces, porque la única diferencia entre la mal llamada corrupción pequeña y la gran corrupción es sólo una cuestión de tiempo.

“Este compromiso debe ir más allá de cualquier persona o partido, porque la lucha contra la corrupción es una cuestión de Estado, que requiere la participación activa de todos nosotros.

Muchas gracias”.
Lima, 4 de noviembre 2010





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